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Desde hace más de un año Nuevo León ha sido señalado como un estado en el cual las desapariciones de mujeres son una constante, aunque las autoridades han dicho que no tienen esa problemática.
Sin embargo, un nuevo nombre se unió a la dolorosa lista de personas no localizadas, se trata de Bionce Amaya Cortez, una joven estadounidense que fue vista por última vez el pasado 9 de abril, cuando sus amigos la dejaron en una calle oscura del municipio de China.
La desaparición fue reportada en redes sociales por sus familiares, su hermana -identificada como Ethna AC- fue quien informó los detalles de la última vez que supieron de ella, que fue cuando llamó a su madre.
Al buscarla, contactaron a los amigos con quienes estaba, ellos dijeron donde la dejaron y que un coche la esperaba, pero aseguraron que no recordaban la ropa que la joven llevaba puesta, por lo que no se pudo dar esa información. Agregó que Bionce siempre se comunica con su familia y les dice dónde está.
Otra usuaria de Facebook, Mary Cantu, pidió ayuda para localizar a la mujer desaparecida, dijo que Bionce es hija de su empleada, agregó que es mamá de un bebé de cuatro meses, quien la espera en casa. La joven vive en Mission, Texas, a donde debió regresar el pasado lunes.
Cabe resaltar que de acuerdo con lo informado por los familiares, le han llamado a su celular, pero ya no es posible enlazar las llamadas, tampoco responde mensajes. Ella visitó Nuevo León por las vacaciones de Semana Santa, por lo que su estadía sería solo por unos días.
El lugar donde la joven estadounidense desapareció -la carretera de China a Montemorelos- es la misma en la que a finales de febrero desaparecieron tres mujeres, también ciudadanas de Estados Unidos, cuando iban a vender ropa a un tianguis. De Maritza Trinidad y Mariana Pérez Ríos, así como Dora Alicia Cervantes Sáenz, no se sabe nada pese a los esfuerzos por localizarlas.
Este caso se suma a los de otras dos mujeres estadounidenses desaparecidas en territorio mexicano, una es Mónica De León, quien presuntamente fue secuestrada en Jalisco y la otra vivió la misma situación, pero en Colima, se trata de María del Carmen López.
